Hoy:
Ya me había dejado muy buenas sensaciones en un primer contacto, pero ahora, tras exprimirlo al máximo, lo tengo francamente claro: el Google Pixel 7 Pro es uno de los dispositivos más interesantes y completos que han pasado por mis manos este año.
Igual es quitarte parte de la magia ir con estas declaraciones al principio del texto, pero es que, en esta ocasión, merece remarcarlo de esta forma.
¿El motivo? Simple: los Pixel no siempre se han vendido en España y es normal que puedan surgir dudas a pesar de que es Google quien está detrás.
Echando la vista al pasado, el Pixel 5 no llegó a España y el Pixel 6 y su versión Pro llegaron con unidades limitadas. Ahora, por fin, el Pixel 7 su versión Pro ?la edición que he tenido el placer de probar? están disponibles en territorio español sin restricción alguna.
Su precio de partida 899 euros. ¿Justificado? No tengo ninguna duda.
Un móvil francamente completo que brilla en fotografía, gracias al procesador Tensor G2 y la IA, que se apoya en un diseño fantástico, una pantalla de nivel y un software que es una fantasía.
Eso sí, tiene algunas cosas que depurar y mejorar de cara a las próximas versiones. Eso sí, para esto te invito a que me acompañes para conocer en profundidad mi opinión sobre el Google Pixel 7 Pro.
¿Preparado? Vamos allá.
El diseño del Google Pixel 7 Pro me ha fascinado.
No solo en construcción, puesto que se siente muy premium en mano gracias a esos toques de aluminio en los laterales y esa sobriedad en la trasera, sino por lo bonito y elegante que es.
Es un dispositivo que además tiene un agarre fantástico y aunque es algo pesado, 212 gramos, es realmente cómodo.
Una de las cosas que no me ha convencido mucho es que da la vuelta a los botones del lateral.
Igual es para darle un toque diferenciador, pero acostumbrado a tener el botón de subir y bajar el volumen arriba y el del bloqueo abajo ?o incluso en laterales diferentes? me he confundido bastantes veces a la hora de bloquear el móvil o de accionar el disparador de la cámara, por ejemplo.
Esto, eso sí, es una cuestión muy personal que igual a ti no te importa.
Otro aspecto que tampoco me ha terminado de convencer es que, a pesar de que es un móvil precioso, la apuesta por el acabado brillante hace que se ensucie con facilidad y se llene de huellas con solo mirarlo (nada que no se arregle con una funda).
Esto es algo que se nota especialmente en el color negro, ya que nuestros compañeros de Computer Hoy han tenido la edición en blanco y, aunque le achacan el mismo fallo, dicen que es mucho menos perceptible.
Lo mejor, sin lugar a dudas, es el aspecto del módulo de la cámara en horizontal que atraviesa toda la superficie, que no solo le da un aspecto completamente diferenciador, sino que además no tiembla cuando lo dejas en cualquier sitio.
En cuanto a la pantalla, Google no ha recortado nada y apuesta por un panel premium que es una absoluta gozada: AMOLED LTPO de 6,7 pulgadas con resolución 3.120 x 1.440 píxeles HDR a lo que suma una tasa de refresco de 120Hz.
¿Y qué obtienes a cambio? Una calidad de imágenes sobresaliente, tanto en la interfaz como en cualquier contenido que quieras ponerte de tu serie o juego favorito.
Como puntos a destacar, un nivel de brillo sensacional que además cuenta con una tecnología de brillo adaptativo que no solo disminuye su potencia, sino que adapta los colores en pantalla para lograr una sensación mucho más natural en todo tipo de escenarios.
También hay que destacar que el panel tiene una ligera curvatura, pero me ha dado la sensación de que es meramente estético, ya que no se aprovecha esa zona, cosa de la que me alegro.
Por lo demás, creo que tiene muy buen aprovechamiento de pantalla, incluso con esa cámara selfie alojada en la parte central que se hace un poco más grande cuando desbloqueas el dispositivo, pero que se mantiene algo más reducida durante el día a día.
Desde Google le han dado mucha importancia al procesador y entiendo el motivo, aunque su punto fuerte realmente está en todo lo que hace en la fotografía.
Esto no quiere decir que el rendimiento del Tensor 2 sea malo, ni mucho menos, sino que me esperaba algo más.
Durante el día a día vas a ir sobrado de potencia en todo lo relativo a apertura de aplicaciones, navegación por el dispositivo o uso cotidiano, pero donde no cumple de manera sobrada es en el juego móvil.
Sí, vas a poder mover títulos exigentes, pero no al máximo y se calienta algo más de lo que debería. Si esto no te importa, ya te aseguro que la potencia que guarda en su interior es más que suficiente.
Sin duda alguna, otro de los puntos fuertes del dispositivo.
El Pixel 7 Pro, como podía ser de otra manera, viene con Android 13 y la verdad es que es un sistema operativo que me ha fascinado por sus completas opciones de personalización y privacidad.
Con respecto al primer punto, solo puedo aplaudir el gusto estético de Google y cómo consigue darle un aspecto totalmente único al dispositivo.
Por ejemplo, tiene temas únicos que hacen que el resto de la interfaz juegue con esos colores para darle más cohesión al conjunto e incluso un modo experimental que hace que las apps adopten ese estilo.
Hay que destacar en este punto, eso sí, que solo funciona con las aplicaciones propias de Google, por lo que tener apps como Instagram, Facebook o Netflix rompe un poco con la armonía.
La solución por la que he optado es por tener la home muy despejada con las apps de Google, así como los widgets propios y en el cajón de sastre todo lo demás.
Y justo de los widgets toca hablar porque, aunque siguen siendo los mismos de siempre, el estilo que tienen se engloba con el conjunto y le da muchísima más coherencia.
En otros términos, se nota que es un software al que han puesto muchísimo cariño. La manera en la que se despliega el menú superior con los accesos directos, la forma en la que se desbloquea el dispositivo, con una especie de difuminado en círculo o cualquier otro aspecto del dispositivo, es simplemente una pasada.
Y en cuanto a privacidad, se nota que es la batalla de nuestros días. En los ajustes aparecen las aplicaciones que tienen acceso a determinados parámetros del dispositivo, se asoman indicativos visuales cuando se usa la cámara o el micrófono en una aplicación y muchos otros parámetros que dejan clara la importancia que Google le ha dado a este apartado.
En cuanto a conectividad, poco se le puede pedir más.
Un sensor de huellas bajo la pantalla rapidísimo y prácticamente instantáneo, un reconocimiento facial que no está nada mal, NFC para pagos móviles y, como no, 5G
Además, cuenta con un sonido bastante bueno que, sin llegar a ser excelente, sí que te va a permitir disfrutar de los altavoces en tus series, películas, juegos o música favorita a un buen nivel.
Lo mejor, sin duda alguna, es que Google ha prometido hasta 5 años de actualizaciones de software y seguridad. Cada vez es más habitual en la industria, pero es bueno remarcarlo.
En cuanto autonomía, me parece que cumple de sobra, puesto que sus 5.000 mAh te van a dar para más de un día a pleno rendimiento y con todas las prestaciones del dispositivo al máximo: 120Hz, pantalla siempre activa, resolución al máximo y demás configuraciones.
Donde no tengo la misma opinión es en la carga rápida. Se queda simplemente en 23W que, según estimaciones, puede llevar hasta 2 horas para lograr el 100%.
Digo estimaciones porque, como podrás suponer, es de esas compañías que ya no apuestan por meter el cargador en la caja, por lo que tendrás que comprar uno por separado.
Sin duda alguna, el aspecto diferencial del dispositivo e incluso por el que lanzarse a la piscina por completo.
Como te he comentado antes, aquí es donde más entra en juego el procesador Tensor 2, ya que gracias a la IA consigue unos resultados francamente buenos en todos los campos.
La configuración de cámara del Google Pixel Pro 7 es la siguiente:
No solo consigue unos resultados fantásticos con todas las lentes, sino que la representación del color es fabulosa y gracias a las opciones de edición puedes hacer absolutas maravillas con ella: quitar cosas que no te gustan, dotar de movimiento a determinados elementos o lo que tengas en mente.
Versatilidad, potencia y cientos de opciones a tu alcance es lo que te vas a encontrar y te aseguro que te va a encantar.
El Google Pixel 7 Pro es un móvil simplemente sensacional.
Tiene un diseño con muchísima personalidad, una pantalla sobresaliente, un software de altura con cientos de opciones de personalización y una cámara que es una absoluta gozada que se configura como lo mejor del dispositivo.
Sí, tiene sus cosas negativas, como una carga rápida poco potente para los tiempos que corren, que se ensucia con facilidad debido a su acabado o una potencia para juegos que no me ha convencido del todo, pero son pequeños fallos que no empañan el resultado final.
Si buscas dispositivo completo y diferente con el que sacar partido a la fotografía y una experiencia de usuario diferente, los 899 euros que cuesta te van a parecer pocos.
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